Maskenball (Danse Macabre), 1949, Arthur Kampf |
La "Danza de la Muerte" fue originalmente una especie de representación espectacular semejante a las "moralidades" inglesas, que se remonta a la mitad del siglo XIV. Las epidemias tan frecuentes y destructivas en aquel tiempo, como la Muerte Negra, trajeron ante la imaginación popular el tema de la muerte y su dominio universal.
En estas obras la muerte no aparece como el destructor, sino como el mensajero de Dios que convoca a los hombres al mundo más allá de la tumba, una concepción familiar tanto en la Santa Biblia como para los poetas antiguos.
El movimiento de baile de los personajes fue un desarrollo posterior, puesto que al principio la muerte y sus víctimas se movían a paso lento y dignificado. Pero la Muerte, haciendo el papel de un mensajero, tomó naturalmente la actitud y el movimiento de su tiempo, es decir los violinistas y otros músicos, y el resultado fue la danza de la muerte.
El propósito de estos dramas era enseñar la verdad doctrinal: que todos los hombres deben morir y por consiguiente deben prepararse para comparecer ante su juez.
(Fuente: Enciclopedia Católica)