Edmund C. Tarbell (1862–1938)
Solitario, 1927
Óleo sobre lienzo, 30 x 24 pulgadas.
Firmado abajo a la derecha
Colección privada
Este trabajo muestra el tratamiento magistral de Tarbell de la luz y la sombra, y la influencia de Vermeer en sus obras. La luz entra por una ventana invisible detrás de las figuras femeninas, (su hija Mary y Emeline, su esposa), que están sentadas jugando un solitario. La luz de la ventana al lado de Mary acentúa su hombro derecho y su mejilla, intensificando los colores de su ropa. La misma luz se disipa e ilumina suavemente la cara de Emeline. Tarbell pintó una serie de viñetas con interiores suavemente iluminados, muchos de los cuales estaban situados en su propia casa. Esta escena, sin embargo, con su fuerte composición geométrica y vista en ángulo entre las dos habitaciones, es un poco más compleja que otras que pintó de este género.