Santa Catalina de Alejandría, cuya historia está teñida de leyenda, virgen y mártir, es considerada patrona de las estudiantes, ya que ganó el martirio al derrotar con su elocuencia a cuantos eruditos le enfrentó el emperador para convercerla de que abandonara su fe. Por eso es también patrona de teólogos y filósofos y se la invoca antes de estudiar para que ilumine la mente.
Por haber sido torturada en una rueda, que se rompió milagrosamente, es patrona de carreteros y mecánicos.
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