El claustro del Monasterio de San Juan de Duero, (Soria), se caracteriza por la irregularidad de sus arquerías, y por la existencia de cuatro órdenes distintos de arcos en cada ángulo.
Comenzó a edificarse por la esquina noroeste, conforme a un modelo románico, en el siglo XIII, pero a partir de ahí se utilizan tres estilos distintos, en los que se imprime un fuerte carácter musulmán a la iconografía mediante técnicas puramente románicas.
Tres de las esquinas son achaflanadas, y en ellas se abren arcos túmidos, como el de la imagen.
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