Este San José fue encargado al Greco en el año 1597 para el retablo mayor de la Capilla de San José en Toledo, junto con una Coronación de la Virgen en el ático, y otros cuatro lienzos que iban destinados a los laterales y que representan a San Martín (de Tours) y el mendigo, la Virgen con el Niño, Santa Inés y Santa Martina respectivamente. Estos últimos fueron adquiridos por la National Gallery de Washington a principios del siglo XX.
La Capilla en cuestión tiene el honor de ser la primera levantada en la Cristiandad dedicada al Santo Patriarca y fue erigida en 1594 bajo el patronazgo de Martín Ramirez. Sigue siendo propiedad de la misma familia, ahora Marqueses de Eslava, que recientemente han permitido que se vuelva a visitar por el público.
La Capilla en cuestión tiene el honor de ser la primera levantada en la Cristiandad dedicada al Santo Patriarca y fue erigida en 1594 bajo el patronazgo de Martín Ramirez. Sigue siendo propiedad de la misma familia, ahora Marqueses de Eslava, que recientemente han permitido que se vuelva a visitar por el público.
Estamos ante uno de los primeros ejemplos del Arte occidental en el que San José es el principal protagonista de un cuadro. Está representado conforme a los cánones del Concilio de Trento como un hombre joven que protege amorosamente al pequeño Jesús. Como es habitual en sus obras, el Greco emplea como fondo una vista del paisaje de la ciudad de Toledo, en la que podemos observar sus principales monumentos.
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