Cromatismo de las hojas durante el otoño
Hojas del árbol caídas
juguetes del viento son.
Las ilusiones perdidas
hojas son, ¡ay!, desprendidas
del árbol del corazón.
juguetes del viento son.
Las ilusiones perdidas
hojas son, ¡ay!, desprendidas
del árbol del corazón.
La conocida quintilla de Campoamor siempre me viene a la memoria cuando llega el otoño, ese momento en el que las hojas de los árboles caducos cambian sus tonalidades verdes por hermosos colores rojos, anaranjados y amarillos. Este milagro que pinta nuestros bosques y parques cada año tiene una explicación sencilla, que voy a tratar de contar aquí.
La producción de clorofila, que es la que da el color verde a las plantas, requiere temperaturas cálidas y luz solar. Cuando llega el otoño y los días se hacen más cortos, la cantidad de luz disminuye y por eso la producción de este pigmento también decrece. Como resultado, las hojas de las plantas de hoja caduca, pierden su coloración verdosa en otoño.
Además de clorofila, las hojas tienen unos pigmentos conocidos como carotenoides y flavonoides, que pueden darle a las hojas sus colores amarillos, naranjas y rojos. Entre ellos destacan los beta-carotenos, (que le dan el color naranja a las zanahorias), la luteína, (que le da el color amarillo a las yemas de huevo), y el licopeno, que le da el color rojo a los tomates). Los colores de estos pigmentos suelen pasar desapercibidos en las hojas porque la clorofila los enmascara durante el verano. Pero cuando llega el otoño, tanto las clorofilas como los carotenoides y flavonoides se degradan, pero los pigmentos verdes lo hacen más rápidamente. Por ello, las hojas se ponen amarillentas, anaranjadas o rojizas.
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